Las empresas hoteleras y su compromiso ambiental
Los sitios con mayor riqueza natural, generalmente también resultan atractivos como destinos turísticos. Esto significa la construcción de complejos hoteleros que a su vez representan un gran impacto ambiental que altera el ecosistema, pero esto es solo el principio. La alteración de la vida silvestre es uno de los problemas más graves, sin contar la contaminación, deforestación y explotación de recursos que obligan a especies endémicas a desplazarse o morir en el intento.
México es un país con una excepcional biodiversidad. Posee 5 de los 9 ecosistemas existentes en el planeta, por lo que ocupa uno de los principales lugares como destino turístico a nivel internacional. Esto se refleja en la visita de millones de turistas que llegan año con año en las distintas temporadas vacacionales y, por supuesto, en la huella ecológica que esto deja.
El turismo aporta más del 8% del PIB del país, por lo que su crecimiento ha sido acelerado y poco regulado desde hace algunas décadas. Los estados más vulnerables en cuanto a impacto ecológico por empresas hoteleras son Quintana Roo, Baja California Norte, Baja California Sur, Chiapas, Tabasco, Campeche y Jalisco.
Animales en extinción, escasez de agua, desaparición de ríos y lagos, erosión, deforestación, destrucción de arrecifes e intoxicación del mar y el aire son solo algunos de los principales problemas resultantes del descuido y mal manejo de la industria hotelera en México.
Otro gran problema es la contaminación, que en el caso de las empresas hoteleras afecta sobre todo los mantos acuíferos. Entre los principales factores se encuentra el desecho inmoderado de aguas residuales. Según la Comisión Nacional del Agua, en la industria del turismo solo el 30% de las aguas residuales son tratadas, mientras que el otro 70% vuelve a ríos, lagos, cenotes y mares.
Lo anterior ha llevado a la SEMARNAT y a otras instituciones dedicadas a la protección del medio ambiente a implementar reglas ambientales para las empresas turísticas, específicamente las hoteleras. Así, en las últimas décadas los hoteles en México han adoptado medidas de protección que han dado como resultado tendencias como el ecoturismo.
Entre las acciones más importantes que los hoteles deben adoptar para proteger al medio ambiente y a los ecosistemas locales son:
- Evitar la deforestación del terreno, adaptando en la medida de lo posible la distribución de espacios de forma que no afecte a la flora local.
- Brindar a los huéspedes la opción de reutilizar los blancos que no necesiten un lavado diario, para reducir el gasto de agua y detergentes.
- Implementar estaciones de basureros ecológicos en las que se separen los desechos por categoría.
- Eliminar gas R-22 en equipos de refrigeración y reemplazo por líquidos biodegradables.
- Reemplazar la luz tradicional por iluminación LED
- Implementar de zonas de reserva para especies endémicas
- Regular en el uso de productos de cuidado personal en lagunas, lagos y cenotes
- Delimitar de zonas específicas para realizar deportes acuáticos y pesca
- Respetar el número máximo de pisos permitidos de acuerdo a la zona
- Utilizar productos biodegradables de limpieza
En México existen casos específicos de destinos turísticos cuyas características naturales requieren de ciertas normas ecológicas para la correcta preservación del ecosistema. Debido a lo anterior, existen reglas específicas que determinan el máximo número de pisos que un hotel puede tener, pues de lo contrario la altura de un edificio puede afectar las corrientes de aire que influyen en el oleaje.
Es por esto que la responsabilidad de las empresas hoteleras cada vez es mayor y más importante. La conservación del medio ambiente en México es un tema de suma importancia al que la industria turística debe gran parte de su éxito y la capacidad de continuar como una de las principales actividades del país.
